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(Actualizado

El Real Madrid derrotó al Rayo Vallecano (2-0) y castigó su valentía con goles de Álvaro Morata y Sergio Ramos, en un duelo que duró 17 minutos, el tiempo que tardó en ser expulsado el capitán madridista. Esa acción cortó el vendaval del equipo blanco, que acabó agotado físicamente ante un rival incapaz de marcar. Paco Jémez es una de grandes revelaciones de la Liga. Ha inculcado al Rayo su espíritu luchador y un gusto por el buen fútbol que hace que mantener la identidad en un gran estadio ya sea un triunfo. El equipo de Vallecas es pura valentía y, como no sabe jugar a otra cosa, salió a por el Real Madrid, consciente de que el castigo podía ser duro. Lo asumieron los jugadores rayistas. La goleada era una opción más que posible, pero no tenían nada que perder. Salir derrotado tras estar encerrado en tu terreno te conduce al mismo fin. Así encontró el Real Madrid uno de esos partidos que le van como anillo al dedo. Un rival atrevido, que quiso el balón y salió a dominar.