Una pírrica victoria de un apagado Tenerife ante el colista Alcorcón le permite continuar su ascendente línea y asentarse en la tercera posición de la tabla, mientras que su rival se queda ya prácticamente hundido.
Transcurridos diez minutos de la segunda parte se produjo una crucial jugada para la hueste insular, un centro sobre el área de Mellot no lo pudo despejar David Fernández, dejando un franco balón a Emmanuel, que libre de marca, anotó a placer, mientras que poco después un disparo raso de Gual que se fue fuera intimidó a Soriano.
Esta desigualdad en el marcador exigió ahora al Alcorcón una mayor ambición ofensiva, pero sus reiteradas aproximaciones al área rival carecieron de remate, de ahí su imposibilidad de igualar un partido en el que si bien no fue inferior, sí que un error le condenó definitivamente.