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(Actualizado

Al hilo de la retirada del Kun Agüero, de las mil lágrimas que envolvieron su adiós, del abismo que todos vimos que siente tras dejar lo que más ama y lo que ha hecho toda su vida, hemos llamado a Álvaro Zazo.

Álvaro tuvo que retirarse del mismo modo que el Kun, un día se desvaneció en un entrenamiento y le diagnosticaron un problema cardiaco. Adiós al fútbol, de pronto, sin tiempo para asumirlo y digerirlo.

Zazo, dos años después de retirarse, recibe el homenaje del fútbol madrileño

"Le di muchas vueltas a la cabeza. Intentaba aparentar que estaba bien, pero lo cierto es que lo pasé muy mal. No tuve tiempo para digerirlo y encima tienes el miedo a que te pase algo, no entendía nada, no quería estar solo, me costaba dormir por las noches, el fútbol no quería ni verlo", señala Zazo.

Concluye: "Un día la cabeza me hizo clip y pensé que había que mirar adelante. La familia y unos cuantos buenos amigos me hicieron entender que quedaba mucha vida por delante. Pero me hubiera gustado poder retirarme de otra forma" nos cuenta Álvaro Zazo. Un testimonio repleto de humanidad y de verdad.