Dani Martín debutó con 17 años en Primera RFEF y con sobresaliente en un campo histórico del fútbol español, Riazor. Y lo hizo dejando su portería a cero y con un ramillete de paradas de mucho nivel. El guardameta del Rayo Majadahonda define ese debut como “increíble” y hacerlo en ese estadio como “espectacular. Salir al campo y ver a toda la gente animando es increíble”.
Su ascenso ha sido meteórico. El año pasado jugaba en el Paracuellos, en Tercera Federación, y ahora lo hace en Primera RFEF. “Dar el salto a un campo tan grande como Riazor impresiona bastante. En Tercera no había tantos aficionados” asegura. Con su entrenador, Carlos Cura, coincidió precisamente en el filial majariego, donde ya le transmitió toda su confianza. Su titularidad le dejo “flipando. He estado toda la pretemporada con el equipo, pero esto es diferente. Te dice que vas a jugar en un estadio mítico de Primera División y eso de primeras impacta”.
Cura le transmite tranquilidad y le pide que confie en sí mismo como hace el equipo. “En un partido así cuando tocas el primer balón y lo haces bien aumenta la confianza. Luego te tranquilizas y te centras en el partido”. Su buen rendimiento ha hecho que vaya convocado con la Selección sub-19 para los próximos partidos.
Dani Martín todavía no se cree lo vivido el pasado fin de semana, sus padres tampoco. “Aún no se creen el debut. Va a ser un día inolvidable, pero quieren que tenga la cabeza fría y que mantenga el rendimiento toda la temporada”, ha dicho el joven jugador. Ahora espera que debutar en casa el próximo sábado contra el Nástic sea otro encuentro “inolvidable”. Dani nos cuenta que sus ídolos, en los que más se fija, son Oblak y Ter Stegen, un espejo en el que mirarse. En esta etapa de jóvenes que rompen barreras, le llama mucho la atención lo de Lamine Yamal en el Barcelona, ahora espera asentarse y cuajar una gran temporada en Majadahonda.