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(Actualizado

La historia de Laura Muñoz comienza en un país aterrorizado por un golpe de Estado, pendiente el secuestro de Quini y temerosa de la colza. Con tan solo 11 años se proclama campeona de España infantil de Gimnasia Artística.

Y no dejó de cosechar éxitos: participó en dos Juegos Olímpicos, fue proclamada Reina de Casablanca en los Juegos del Mediterráneo y entró en la historia al ser la primera gimnasta española calificada con un diez.

Laura fue nombrada Persona más Popular de España o Mejor Deportista Española, entre otros galardones. Abría los telediarios de la época pero, según nos cuenta ella misma, “de eso te das cuenta después”. Laura se convirtió en todo un icono del país: “me tocó abrir brecha y es un orgullo haber podido contribuir a promocionar el deporte femenino y la gimnasia”, nos cuenta.

"Me tocó abrir brecha y es un orgullo haber podido contribuir a promocionar el deporte femenino y la gimnasia"

La gimnasta recuerda uno de los momentos más emotivos de su carrera: “fue en los Juegos de Los Ángeles; nunca había salido a un estadio repleto de gente y me impresionó mucho”.

Y también el momento más complicado, el de la retirada, que en su caso ocurrió a los 21 años: “es uno de los momentos más difíciles en la vida de un deportista. Cuando lo dejas, te quedan muchos años por delante y la formación es fundamental. Agradezco a mis padres que me animaran a seguir estudiando”, afirma Laura.