Alberto Lista, más listo que el hambre
Juan Luis Cano, nos habla de Alberto Lista. Hoy tiene una estación de metro con su nombre, pero llegó a tener incluso una calle. La que hoy conocemos como calle Ortega y Gasset.
Alberto fue un niño prodigio. De mayor fue un adulto prodigio, como veréis. A los 13 añitos de edad ya era profesor de matemáticas. Fue sacerdote, un hombre creyente, pero de ideas liberales y progresistas totalmente enfrentadas con aquel rancio absolutismo de Fernando VII.
Al acabar la Guerra de la Independencia tuvo que exiliarse con ese injusto sello de “afrancesado”. Las idas y venidas de la política se traían y le llevaban. Volvió a Madrid con el Trienio Liberal. Tuvo que largarse otra vez y
volvió definitivamente tras la muerte de Fernando VII, qué paliza de tío, oyes.
Aquí empezó una labor educativa brillante. Fundó periódicos, dio guerra y tuvo como alumnos a las mentes más brillantes de la época, que seguramente llegaron a serlo entre otras cosas gracias a él. Larra, Escosura, Ventura de la Vega…
Un genio casi desconocido y casi olvidado. Recordadlo cada vez que paséis por la estación de metro que lleva su nombre.
{{#href}} {{ text }} {{/href}} {{^href}} {{ text }} {{/href}}
{{#href}} {{ text }} {{/href}} {{^href}} {{ text }} {{/href}}
{{/text}} {{/kicker}} {{#title}} {{#text}}{{#href}} {{ text }} {{/href}} {{^href}} {{ text }} {{/href}}
{{/text}} {{/title}}{{#href}} {{ text }} {{/href}} {{^href}} {{ text }} {{/href}}
{{#href}} {{ text }} {{/href}} {{^href}} {{ text }} {{/href}}
{{/text}} {{/kicker}} {{#title}} {{#text}}