El Punto sobre la Historia: Alrededores de Antón Martín

En esta ocasión damos un paseo histórico por la Zona de Antón Martín. Comenzamos recordando la importancia de los hospitales en toda la zona y centrándonos en la figura del propio Antón Martín, un activo fundador de hospitales para los pobres.

Recordamos la negra tarde que se vivió en la calle Atocha en 1977 con el asesinato de 5 abogados de izquierdas. Hoy la escultura "El abrazo" de Juan Genovés, recuerda aquella triste tarde.

Nos llenamos de salud recordando la figura del Doctor Trassera y su casi infalible "Biógeno Khonill" de 1870 junto a la icónica Farmacia del Globo.

El divulgador histórico David Benito nos cuenta los detalles del Motín de Esquilache, en el que los madrileños reaccionaron contra las medidas de un ministro bienintencionado y que pudo haber mejorado mucho la vida española.

Contamos el origen de la palabra "Atocha", que se repite en toda la zona. Proviene de la palabra "esparto" y su campo de atochales.

El micólogo y presentador del programa "El Encantador de Setas" Vicente Sevilla nos habla de la Sociedad Cervantina, el lugar donde se imprimió la primera y exitosa parte del Quijote, pese a que Cervantes no ganó ni un duro por su éxito.

En la calle San Eugenio reivindicamos la figura de María De Quiñones, una mujer emprendedora en el difícil Madrid del siglo XVII y la mujer que imprimió la segunda parte del Quijote.

El presentador de televisión FLIPY nos relata el arrebatador amor entre el poeta Espronceda y su amante Teresa. Un amor digno de aparecer en uno de los propios poemas del autor.

Explicamos el origen de la calle Buenavista. El buen ojo que tuvo un caballero cristiano eliminando de un certero flechazo a un musulmán que había robado una imagen de la Virgen durante la Edad Media.

Recordamos el milagro de la nueva pierna negra de un hombre que pidió ayuda a los Santos Cosme y Damián.

Contamos la peliculera historia de una mujer viuda, castigada y sin recursos que perdió a su bebé y fue encontrado milagrosamente con vida gracias a la intervención sobrenatural del monje Bernardino de Obregón.