Vídeo: Redacción | Foto:Telemadrid
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Un personajón digno de películas y musicales es don Juan de Tassis, conde de Villamediana. Era poeta, era intrigante, era un listo y un chulo de postal. Sobre todo era siempre el centro de atención en todas las reuniones. Su carisma deslumbró al joven rey Felipe IV, que le nombró gentilhombre de cámara y hombre de confianza. Don Juan era rico, ingenioso y por si fuera poco, poeta. El conde de Villamediana era uno de los hombres más admirados de la corte. También era provocador y mujeriego. Demasiado brillante como para no hacerse enemigos. Y de los poderosos.

Su actitud chulesca la llevaba consigo en todo momento y lugar. Dicen que no era mal rejoneador. Según la leyenda llegaba a coquetear con la reina Isabel. En un lance taurino rejoneó con aplomo y valentía unos peligrosos toros. Las miradas y su estandarte hacían notar a todo el mundo que el objeto de sus deseos era la propia Reina. Esta comentó: "¡Qué bien pica el conde!", a lo que el Rey, que ese día debía estar algo más despierto de lo habitual, contestó: "Pica bien, pero pica muy alto".