El extinto Boulevard Narváez
Siempre que paseemos por la calle Serrano deberíamos recordar algo. Tal vez no debería llamarse así. El periodista Alberto Maeso nos lo explica.
El General Serrano siempre fue un malo de película. Un villano de los de antifaz y capa negra. Se movió como pez en el agua en el proceloso mar de la política del siglo XIX. Siempre intrigando y siempre sacando provecho.
Durante la creación del Barrio de Salamanca donde hoy está Serrano estaba Narváez. Al menos un boulevard con su nombre. Una zona de paseo para las gentes bien de Madrid.
Narváez fue un “espadón”. Un militar metido a política en línea con la costumbre del XIX español. No había negocio que se le escapara. Nárvaez fue acérrimo enemigo del Marqués de Salamanca. Antes habían sido amigos. Las cosas del dinero y las altas finanzas.
Las idas y venidas de la monarquía y las pausas más o menos liberales hacían que se cambiaran calles, estatuas y placas. Antes fue Nárvaez. Ahora es Serrano. ¿Cómo se llamará esta calle mañana?
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