La primera vez que Madrid miró al río
En Lavapiés hay dos calles de curioso nombre: Mira el Río Alta y Mira el Río Baja. Hay una leyenda que lo explica todo. El chef Paco Roncero nos la cuenta.
Esta es una zona orográficamente alta en la que comienza un fuerte desnivel hacia el río Manzanares. En tiempos de Juan II de Castilla (el padre de Enrique IV y de Isabel la Católica) había aquí un gran peñón que impedía ver el rio Manzanares. Vamos, que si querías ver el río, tenías que subirte al peñón.
Un buen día, allá por octubre, empezó a llover y no dejó de hacerlo hasta el mes de enero del año siguiente. ¡3 meses sin parar de llover! Entre las lluvias torrenciales y la inundación del río, se produjo aquí un corrimiento de tierras que llegó a desplazar el peñón de sitio. De repente, la lluvia había cambiado el paisaje. ¡Por primera vez, los vecinos podían ver directamente el río Manzanares, allá al fondo de la pendiente! Por eso empezaron a decir: "¡Mira! ¡El río!".
{{#href}} {{ text }} {{/href}} {{^href}} {{ text }} {{/href}}
{{#href}} {{ text }} {{/href}} {{^href}} {{ text }} {{/href}}
{{/text}} {{/kicker}} {{#title}} {{#text}}{{#href}} {{ text }} {{/href}} {{^href}} {{ text }} {{/href}}
{{/text}} {{/title}}{{#href}} {{ text }} {{/href}} {{^href}} {{ text }} {{/href}}
{{#href}} {{ text }} {{/href}} {{^href}} {{ text }} {{/href}}
{{/text}} {{/kicker}} {{#title}} {{#text}}