Vídeo: Redacción | Foto:Telemadrid
(Actualizado

El ser humano entra en estado de coma cuando la temperatura corporal desciende a los 31 grados. Somos muy sensibles a la temperatura y cuando el frío aprieta necesitamos mantenernos calientes.

No hay que hacer caso de falsos remedios. Alcohol, tabaco, el carajillo... Son vasodilatadores que proporcionan una falsa sensación de calor pero en realidad producen el efecto contrario.

A la hora de abrigarse, lo mejor es hacerlo por capas que podamos ir retirando o poniendo según convenga. Lana o tejidos sintéticos mejor que algodón, que absorbe la humedad y nos da sensación de frío.

Y cuidado con los labios, una parte de nuestro cuerpo muy expuesta al frío. No hay que humedecerlos, mejor hidratarlos con un cacao.

La alimentación es fundamental. Legumbres, sopas y caldos calientes son aliados contra las bajas temperaturas.