Los duros inicios de Antonio Canales en Madrid
Vendiendo libros que trajo de casa para poder comer y durmiendo en la calle, así fueron los inicios del bailaor en Madrid
Antonio Canales fue elegido mejor bailaor del mundo y ha pasado toda una vida en el Teatro Real de Madrid, aunque sus comienzos no fueron nada fáciles.
Nació en Sevilla, en una familia más que humilde. Dormía en un sillón que compartía con su hermana y trabajaba en la alfarería junto a su padre.
Hasta que a los 16 años decidió que su ciudad se le quedaba pequeña y quería convertirse en un gran bailaor así que encontró su oportunidad presentándose en una audición de Víctor Ullate que no le salió tan mal porque le pagaron sus estudios de baile en Madrid. "Me cogieron no por mis dotes sino porque faltaban chicos y yo estaba de buen ver", nos ha contado entre risas.
Así fue como Antonio llegó a Madrid con una maleta llena de libros y el poco dinero que le había podido dar su madre. Gracias a esos libros, podía comer buenos bocadillos de calamares ya que, para sacarse un dinerillo, los vendía entre lágrimas.
Duro también el relato de cómo tuvo que buscarse la vida durmiendo en la calle cuando se le acabó el presupuesto para la pensión donde se alojaba.
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