"Te llaman china como si fuera algo malo". ¿Se sienten discriminados los adoptados?

Andrea nació en China y fue abandonada, nada más nacer, en la puerta de un orfanato por culpa de la política del hijo único. Sus padres la adoptaron con tan solo un año y vino a vivir con ellos a España.

Aquí afirma que se ha encontrado continuamente con numerosos microracismos, como cuando le dicen que es “demasiado guapa para ser china”.

“Los niños se meten contigo por ser china, como si ser china fuese un insulto. El insulto es la intencionalidad con la que lo dicen, que lo dicen como si fuera algo malo. Y tú creces sabiendo que china es algo malo”, cuenta Andrea.

“Es muy fuerte el racismo que vivimos”

Y es que a las posibles discriminaciones que pueden sufrir los adoptados, en el caso de las personas adoptadas racializadas también está el tema del racismo.

“Es muy fuerte el racismo que vivimos. Que te llamen ‘negra de mierda’ en el colegio o que te pidan el DNI en entrevistas de trabajo”, explica Vandita, a quien adoptaron con un año en la India.

Todo empieza en el colegio

“Empieza todo en el cole, cuando eres pequeño. Alguna vez que discutes con un compañero y te dice ‘¡Eres adoptado!’ para chincharte y fastidiarte”, comenta Leonardo. “Te etiquetan: ‘no sois sus hijos, sois adoptados’”, agrega su hermana Heisy.

“Todas esas cosas, que las toman muy a la ligera, son muy dolorosas. Ahora ya tienes una personalidad y no te hace tanto daño”, cuenta Heisy.

Blanca nos explica que en una ocasión la llamaron “adoptada de mierda”, lo que le “dolió muchísimo”. Hasta ese momento nadie se había metido con ella por ser adoptada y volvió a casa llorando. “Recuerdo que ese día fue un shock”.

A Maxim, cuando era pequeño, no le gustaba decir que era adoptado porque el resto de niños no lo entendía y le decían “¡Ah, ruso, vete a tu país!”.

Luda, por ejemplo, no tuvo que aguantar comentarios del resto de compañeros, pero tampoco la aceptaron como a una más. “En el colegio lo hacía todo de maravilla y no tenía ningún problema, pero, como los demás me veían diferente, no se querían juntar luego conmigo”.

Según cuenta Luda, sus compañeros “se ponían en sus grupitos” y a ella la dejaban fuera, provocando que siempre se “sintiera sola”.

No siempre ocurre lo mismo

Sin embargo, no a todos los adoptados les ocurre lo mismo, como a Gabriel, que dice que nunca se ha sentido discriminado por ser adoptado. “Alguna vez sí que me he podido sentir más discriminado por el hecho de tener una familia homoparental, pero por el hecho de ser adoptado nunca he tenido ningún problema”.

O Beatriz, que comenta que si se ha sentido discriminada alguna vez “ha sido una cosa mía, personal, no por algo que me hayan hecho desde fuera”.