Jaime Domínguez tiene 50 años y lleva cuatro sin trabajo. Ha trabajado más de 20 años en hostelería de camarero. Le despidieron por un recorte de personal y desde entonces no encuentra nada. Busca trabajo de lo que sea y como sea.
Un panorama difícil al que se enfrenta y tras el que recuerda el tiempo en que la gran queja laboral de los años anteriores a la crisis era ser mileurista. "Mirabas y decías, mira, son mileuristas y todo el mundo les decía 'mileurista mileurista', era como un escalón inferior", recuerda. "Ahora yo digo ¡qué suerte tiene aquel que sea mileurista que por lo menos puede ingresar algo en su casa!".
Jaime señala que la situación le ha hecho mella. Ha pasado de ser una persona "bastante alegre y desinhibida", a ser más reservado y estar más cabreado. "Yo he perdido bastante autoestima, yo ya no me veo tan seguro ni tengo tanta seguridad como tenía antes. Yo antes era un tío muy echado para adelante y ahora mismito pues no, pues me retraigo bastante", dice.