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(Actualizado

Fueron aproximadamente dos horas desde que salió por el patio de cuadrillas hasta que cruzó la puerta grande de Las Ventas. Pero de sobra es sabido que una tarde de toros, y más en la primera plaza del mundo, dura mucho más.

Dura desde por la mañana, con el ambiente de la plaza, con la reventa los días grandes, con el apartado, con la comida y la sobre mesa. Dura en la entrada cuando te encuentras con aquel que llevas tiempo sin ver. Dura cuando sale la gente toreando por los vomitorios, dura la caña de después y las crónicas de mañana. Pero hay unas pocas tardes, un puñado de tardes que en Madrid duran toda la vida. La del 2 de mayo de 1996 dura ya 25 años, y lo que queda.

Vídeo: Telemadrid | Foto:Telemadrid.es

José Miguel Arroyo, Joselito pintó su gran obra aquella lluviosa tarde de mayo en el coso de la calle Alcalá. Un gran recuerdo, reconoce, pero con sus matices. El torero de Guindalera que estuvo a punto de perder el norte de niño atiende a Onda Madrid en su casa de Talavera de la Reina para recordar uno de los días más importantes de la historia de la plaza de las Ventas y por ende, de la historia de la tauromaquia.

El balance, seis orejas. Todo un hito que dejó sin embargo un mal sabor de boca por el último animal. Un complicadísimo de Cortijoliva con el que reconoce, quiso ponerse más de lo que se puso. En su mente queda todavía hoy la duda de qué hubiera pasado “si se hubiera arrancado ocho o 10 veces a la muleta”. Cosas de los genios, que después de hacer historia, se quedan con la parte negativa de una tarde que todo aficionado tiene aún hoy en la retina.

José Miguel llegó a Madrid al hotel Victoria y por un momento “albergaba la esperanza de que la tarde se suspendiera”. El viento y la lluvia no cesaban e intentó olvidarse de ambos en la cervecería Alemana de Plaza de Santa Ana con su mujer y su madre adoptiva. El menú, una caña, dos croquetas y un pitillo. Suficiente.

Joselito nos abre su casa y nos habla de sus miedos, sus éxitos y sus fracasos. Reconoce que llegó a sentir que estaba condeandose con el mismo Dios por momentos, pero asegura que la caída desde la cima no es fácil y la soledad impera cuando uno está en lo más alto.

'Aquella tarde de mayo' es una conversación con uno de los más grandes. Con uno al que todos los aficionados echan de menos, especialmente cada dos de mayo, día de la Comunidad de Madrid. Tal día como este, hace 25 años, en Madrid se hizo historia. Joselito hizo historia, así lo recuerda en primicia para Onda Madrid en esta hora de entrevista con Javier Fernández Mardomingo y Carmelo López.