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El Rey pidió este viernes en su discurso de Nochebuena “respeto, reconocimiento y lealtad” para la Constitución que “ha sido y es la viga maestra que ha favorecido nuestro progreso, la que ha sostenido nuestra convivencia democrática frente a las crisis serias y graves de distinta naturaleza que hemos vivido”.

El jefe del Estado aseguró en su alocución navideña, que duró 13 minutos, que el gran “proyecto de transformación” que ha vivido España en los últimos 40 años de democracia y libertad“ lo simboliza y representa la Constitución, “con la que nos integramos plenamente en las modernas democracias occidentales y cuyo espíritu nos convoca a la unidad, frente a la división, al diálogo y no al enfrentamiento, al respeto frente al rencor, al espíritu integrador frente a la exclusión". "Nos convoca permanentemente a una convivencia cívica, serena y en libertad”, proclamó.

Felipe VI enfatizó en su discurso más importante del año que las instituciones deben tener “siempre presente los intereses generales y pensar en los ciudadanos, en sus inquietudes, en sus preocupaciones, estar permanentemente a su servicio y atender sus problemas.

A su juicio, "debemos estar en el lugar que constitucionalmente nos corresponde asumir, cada uno, las obligaciones que tenemos encomendadas; respetar y cumplir las leyes y ser ejemplo de integridad pública y moral”.

Y junto a la Constitución y el trabajo de las instituciones, remarcó también el papel jugado por la sociedad española que ha sabido sobreponerse a “las circunstancias, muchas de ellas nada fáciles, que nos ha tocado vivir” y que “nos han forjado como una sociedad fuerte y responsable y enormemente solidaria, como hemos comprobado desde el comienzo de esta pandemia". "Son nuestros valores cívicos, junto al talento, la vitalidad y la energía que tenemos en la industria, en los servicios o el campo, los que deben estar muy presentes en la construcción de nuestro futuro”, sostuvo.

Las primeras palabras de Felipe VI fueron para los habitantes de La Palma, que llevan tres meses sufriendo los efectos de la erupción del volcán Cumbre Vieja, a los que dijo que “contáis con el compromiso de todas las administraciones para que podáis reconstruir, cuanto antes, vuestras vidas, vuestra economía y rehacer así vuestros proyectos con ilusión”.

“Hoy nuestro corazón y nuestro pensamiento siguen con vosotros. Nos sentimos muy cerca y sabéis que tenéis nuestra solidaridad y que contáis con el trabajo y el compromiso de todas las administraciones para que podáis reconstruir, cuanto antes, vuestras vidas, vuestra economía, y rehacer así vuestros proyectos con ilusión”, destacó.

PANDEMIA

A continuación, se refirió a la pandemia para destacar el papel jugado por las vacunas y ensalzar el proceso de vacunación en España “del que podemos sentirnos especialmente satisfechos”, pero alertó de que “el virus todavía tiene la capacidad de hacernos daño, de muchas maneras".

"Se vuelve a transmitir muy rápidamente y, por tanto, el riesgo no ha desaparecido. Al contrario. Por ello, debemos seguir teniendo cuidado, protegernos y actuar con la mayor responsabilidad individual y colectiva. Todos tenemos que hacer lo posible para no dar pasos atrás en esta crisis sanitaria que tanto sufrimiento ha causado y a cuyas víctimas recordamos, especialmente en estas fechas”, resaltó.

Don Felipe aprovechó el contexto para ensalzar, una vez más, el trabajo realizado por el personal sanitario, al que le dio “inmensas gracias” y les envió “todo nuestro apoyo y ánimo”.

RECUPERACIÓN ECONÓMICA

La recuperación económica también estuvo presente en el discurso. Felipe VI indicó que ha permitido “recuperar la gran mayoría de los puestos de trabajo que se habían visto temporalmente suspendidos y la cifra de ocupados evoluciona a un ritmo realmente positivo”. “Pero por otra, ha aumentado el número de personas en situación de vulnerabilidad y hoy en día existe preocupación en muchos hogares por la subida de los precios, el coste de la energía o por las dificultades para encontrar un empleo estable, especialmente para los jóvenes”.

Por eso, invocó a la consecución de “una colaboración internacional más eficaz y más reforzada” para dar solución a los desafíos mundiales, como en el caso de la pandemia.

Ante el panorama poco alentador de cara al futuro provocado por la pandemia, que implica nuevas transformaciones, muchas de ellas, “aceleradas” instó el Monarca a los españoles a reaccionar, “tomar la iniciativa e intentar ir por delante de los acontecimientos". "Debemos igualmente adaptarnos rápidamente a los cambios, teniendo siempre claros nuestros grandes objetivos y prioridades como país. Porque también es un tiempo de nuevos proyectos, de nuevas ideas y oportunidades, de iniciativas llenas de ambición por mejorar y progresar”.

“Creo sinceramente que los desafíos que tenemos por delante representan para España, como para muchas otras naciones, una auténtica encrucijada, pero son sin duda una oportunidad histórica, incluso una exigencia para ponernos al día, para actualizar y modernizar nuestro país, manteniéndonos firmes en nuestros principios democráticos y en los valores que inspiran nuestra convivencia”, apostilló.

“El momento es difícil, desde luego, pero detenernos hoy es quedarnos atrás. Es retroceder. Hay que seguir adelante porque la Historia nos enseña que los españoles hemos sabido cómo reaccionar y sobreponernos ante las adversidades. Ahora se abre ante nosotros un futuro que nos exige -a todos- responsabilidad, voluntad de colaborar y entendernos, y necesita -ese futuro- que confiemos más en nuestras propias fuerzas como nación. Y no tengo duda de nuestro compromiso, de nuestra capacidad; y de que, con decisión, con empuje y carácter, lo conseguiremos”, concluyó el Rey.