Las cocinas fantasma, un negocio que sigue creciendo por todo Madrid

Las cocinas fantasma nacieron para ser invisibles. Solo existen en las aplicaciones de comida rápida y, en lo últimos meses, se han convertido en un negocio absolutamente discreto, excepto para aquellos vecinos que viven sobre una de ellas.

Las dark kitchens son locales que preparan comida solo para reparto a domicilio, eliminando así la clásica tradición de la hostelería de consumir en el establecimiento. Internet y las Apps se han convertido en su canal de comunicación con el cliente.

El problema es que estos negocios se instalan habitualmente en espacios de menos de 20 metros cuadrados y en los pisos más bajos de los bloques de viviendas, convirtiéndose en una auténtica pesadilla para los vecinos.

Las salidas de humo y chimeneas industriales necesarias para esta actividad, han empezado a aparecer en las fachadas de los barrios de grandes ciudades como Madrid a un ritmo de vértigo.

Los residentes denuncian ruidos, olores y aglomeraciones en las puertas de sus casas. Ya podemos ver grandes proyectos de cocinas fantasma en barrios como Prosperidad, donde una empresa ha comprado 1.500 metros cuadrados en un bloque de vecinos y pretende construir 38 cocinas más en un antiguo mercado.

Tetuán es otro de los distritos favoritos para implantar estos locales. Vecinos de la zona se han unido y han recogido más de 17.000 firmas para que el Ayuntamiento de Madrid tome medidas: “El olor y el ruido es insoportable. Tenemos que aguantarlo 24 horas al día, los siete días de la semana”, señala una vecina de Tetuán.

“El problema es que viene una empresa y te monta 21 cocinas industriales debajo de nuestra casa, con 180 puntos de gas, 4.000 puntos de luz, 30 puntos de carbón, sin salida de emergencia reglamentaria y además con 80 personas en el portal de nuestra casa”, explica otra de las vecinas.