¿Quién no se ha llevado un susto con un atragantamiento propio o ajeno? Y en el caso de los niños, el susto es aún mayor. Por eso hemos repasado con el doctor David Céspedes la llamada maniobra de Hemlich, que consiste en aplicar una serie de compresiones sobre el esternón o la espalda, según cada caso, para favorecer la expulsión del objeto que provoca el bloqueo.
En el caso de los niños, lo primero es la prevención. Y para ello, podemos recordar una regla nemotécnica, la regla del 3: evitar que los menos de 3 años se introduzcan en la boca alimentos u objetos duros de menos de 3 centímetros. Si el accidente ha ocurrido, lo primero que hay que intentar es sacar el objeto que produce la obstrucción con los dedos a modo de pinza. Si se ha bloqueado en la garganta, entonces sí que aplicaremos la maniobra: situamos al niño boca abajo y aplicamos una serie de cinco golpes en la espalda; después se puede repetir la operación, ya boca arriba, desde el esternón hacia arriba.
En el caso de los adultos, la maniobra es similar: se abraza al sujeto por detrás y a la altura del esternón se realizan compresiones para provocar la salida del objeto hacia arriba.