Por cada euro que se gasta en turismo rural otros siete se quedan en el entorno

El turismo rural está de moda: terrazas llenas, gente que queda para hacer excursiones por la sierra o simplemente una escapada de la rutina diaria. Los pueblos de la sierra de Madrid esperan para esta Semana Santa una media diaria de 2.500 visitantes.

Se calcula que por cada euro que ingresan los establecimientos rurales hay otros siete euros que el visitante se gasta en la localidad o en la zona elegida. Restauración, hostelería, panaderías y otros comercios son algunos de los negocios que se mantienen en muchos pueblos con el dinero de quienes llegan atraídos por el patrimonio natural, cultural, histórico o por la tranquilidad de estos territorios del interior.

Esta Semana Santa, al igual que pasó durante el 2020, también está marcada por las restricciones y medidas para evitar los contagios a causa de la pandemia. Aunque no podamos salir de nuestra región, muchos han optado por visitar los pueblos de la Comunidad por eso, muchas casas rurales y hostales han colgado el cartel de completo.

“La facturación es mucho más superior que en años anteriores”

Para los comerciantes de la zona es una buena noticia: “Cuanta más gente mejor, siempre es mejor”, señala el dueño de una pequeña tienda. Para ellos la Semana Santa está suponiendo un suspiro de aire fresco después de un invierno complicado.

“Estamos facturando mucho más que otros años, el balance es positivo”, cuenta un comerciante. Sin duda, un balón de oxígeno para muchos locales y establecimientos ya que el cierre perimetral ha hecho que los negocios particulares de Madrid hagan su propio mes de agosto.

Una nueva forma de turismo rural

El año 2020 ha supuesto un cambio en cuanto al consumo rural y muchas empresas han comprobado que hay otras formas de organizar el trabajo y a los trabajadores. En esta época, las casas rurales tienen que ofrecer espacios para poder teletrabajar y por eso es imprescindible adaptar estos espacios.