Los rastreadores denuncian que muchos positivos ocultan la verdad para evitar la cuarentena

Para controlar la incidencia del coronavirus es muy importante el papel de los rastreadores. Ellos se encargan de seguir la pista de los contactos cercanos con los que han estado los positivos en los últimos días para que se aíslen lo antes posible.

En los últimos meses, los rastreadores han denunciado que muchos jóvenes niegan haber estado en eventos por miedo a que los propios rastreadores les denuncien, e incluyen menos gente en su lista de contactos de los últimos días.

En Está Pasando, hemos hablado con uno de estos rastreadores, Jorge Padilla: “Estamos viendo que los contagios que se están dando en las últimas semanas son entre personas jóvenes. El problema es que llegan a sus casas y contagian a las personas mayores, a sus padres o abuelos, que sí son de riesgo”, señala.

A nadie le sienta bien haber estado con un positivo y no solo por el hecho de contagiarse, sino por tener que estar 10 días de cuarentena. Padilla explica que algunos positivos alegan que sus amigos no quieren que faciliten sus teléfonos: “Evitan cogernos el teléfono y se nos hace muy complicado controlar la expansión del virus”, añade.

“Muchos contactos no nos cogen el teléfono”

Cuando nos encontramos estos casos, notificamos a la policía que tenemos reticencias: “Nosotros no somos agentes, lo ponemos en conocimientos de las delegaciones y ellas son las que activan el protocolo”, explica.

El protocolo de los rastreadores

El paciente se pone en contacto con el centro de salud cuando empieza con síntomas y si todo parece indicar que tiene Covid-19, se le cita para un test de antígenos. En algunas ocasiones también se puede acudir a las urgencias de los hospitales.

Una vez que la prueba es positiva la persona tiene que aislarse. Los rastreadores reciben la información y se ponen en contacto con ellos. A las personas convivientes se les realiza una prueba rápida y tienen que guardar cuarentena, aunque den negativo. En el caso de haber estado en contacto con la persona positiva en los últimos días también hay que guardar cuarentena.

El trabajo de los rastreadores consiste en avisar a esas personas que han estado en contacto con un positivo en que tienen que aislarse durante diez días, aunque den negativo, tal y como se señala en la Estrategia de Detención Precoz, Vigilancia y Control de Covid-19.