Los vendedores ambulantes, imprescindibles en los pueblos sin tiendas

En Madrid, sobre todo en la Sierra Norte, hay muchos pueblos con menos de 200 habitantes. Son tan pequeños que no tienen tiendas de alimentación, por eso, la visita de los vendedores ambulantes es imprescindible.

Acompañamos a Hilario, que recorre con su furgoneta todos los días 300 kilómetros por varios pueblos para vender sus aceitunas y encurtidos.

Nuestra ruta arranca en Piñuecar, un municipio de apenas 170 habitantes. Nada más entrar en el pueblo, Hilario toca el claxon de su furgoneta: “es mi señal, así las señoras saben que ya estoy aquí”, cuenta.

“La labor de los vendedores ambulantes es esencial para nosotros”

La siguiente parada, Braojos. Para las personas mayores el servicio que ofrece Hilario es vital ya que muchos no pueden desplazarse a comprar a municipios más grandes. “Su labor en estos pueblos es esencial para nosotros”, cuenta una vecina.

En un mes, este vendedor ambulante puede llegar a visitar hasta 32 pueblos de la Comunidad de Madrid.

Para los vecinos de estas localidades, el servicio que presta Hilario es fundamental y tienen en él una confianza plena. Suele pasarse por cada pueblo una vez por semana.

En la Comunidad de Madrid hay 45 municipios que están perdiendo población desde hace cinco años, aunque la pandemia ha incrementado la vida en estos pequeños municipios, lo cierto es que la mayoría de ellos carecen de tiendas y el 30% de su población supera los 65 años.