Vídeo: Redacción | Foto:Telemadrid
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Felipe II creo toda una red de espionaje para mantener su ambicioso proyecto imperial. Antonio Pérez o la Princesa de Éboli fueron algunos de los personajes que formaron parte de esta trama, pero también el escritor más universal que ha dado nuestro país: Miguel de Cervantes. Al haber estado cautivo en Argel, Felipe II lo fichó como espía y le encargó misiones secretas que aún hoy en día son desconocidas.