La ingeniería biomédica ha formado parte de las ciencias de salud desde hace siglos, pero los avances tecnológicos de los últimos decenios “han abierto posibilidades cada vez más prometedoras, desde la nanotecnología a los exoesqueletos, entre otras aplicaciones”, explica Cristina Sánchez López de Pablo, ingeniera de Telecomunicaciones y doctora en Ingeniería Biomédica, además de profesora del Departamento de Tecnologías de la Información de la Escuela Politécnica Superior de la Universidad CEU San Pablo. Una disciplina que en la actualidad se revela “cada vez más multidisciplinar y compleja, con grupos de trabajo que emplean herramientas como el Big Data o la IA”, sostiene nuestra invitada