Uno de cada siete adolescentes de entre 10 y 19 años tiene un problema de salud mental diagnosticado. Más allá de esta realidad, los estudios demuestran una alta prevalencia de trastornos psiquiátricos en esta etapa. Los más comunes son los depresivos, ansiosos, de la conducta y déficits en la atención, cognición y aprendizaje. El abuso de alcohol y drogas, la conducta suicida y los trastornos de la conducta alimentaria son también significativos. Para Isabel Adoración Martín Antoñano, farmacéutica y profesora adjunta del Departamento de Ciencias Médicas Clínicas en la facultad de Medicina de la universidad CEU San Pablo “además, estamos observando una preocupante relajación en la prevención de las Infecciones de Transmisión Sexual. El inicio temprano en la sexualidad, el uso inconsistente del preservativo, el hecho de tener múltiples parejas y las relaciones sexuales bajo el efecto del alcohol y drogas les pueden poner en riesgo”. Aunque cada vez existe más información y más accesible sobre salud sexual para jóvenes y adolescentes, algunos estudios indican que muchos tienen ideas equivocadas sobre cómo se transmiten las ITS, cuáles son sus factores de riesgo o cómo prevenirlas.