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(Actualizado

La fisioterapia pediátrica también se ocupa de mantener o mejorar la funcionalidad del niño que padece alguna enfermedad crónica (neuromuscular o metabólica) o de corregir alteraciones de la postura y el movimiento causadas por una lesión del sistema nervioso central, déficit cognitivo, déficit visual o torpeza motora. “En enfermedades como la distrofia muscular de Duchenne, por ejemplo, no puedo llevar al paciente a la fatiga. Por eso es tan importante el diagnóstico previo de la enfermedad para saber hasta dónde se puede llegar y cuáles son las limitaciones que presenta cada caso”. Así lo expresa en Fórmula Salud Beatriz Cano, profesora de fisioterapia y directora del Máster universitario en Fisioterapia en Pediatría de la facultad de Medicina de la universidad CEU San Pablo. Cuanto antes se someta a un niño con problemas, sobre todo neurológicos o congénitos, a la fisioterapia infantil, más se le podrá ayudar a corregir los problemas que condicionan su desarrollo. “Hay que tener en cuenta, apunta Beatriz Cano, que cuanto menor sea la edad del niño, mayor es su plasticidad cerebral y músculo-esquelética”.