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(Actualizado

La fuerza de las imágenes que transporta la poesía mística de San Juan de la Cruz aflora en la obra de Antón Lamazares “Cántico Espiritual” que se expone estos días en Madrid.

Y es que la pintura forma parte del ser humano, a través de ella se logra expresar distintos sentimientos y emociones que no suelen ser fáciles de comunicar habitualmente. “En Cántico Espiritual, señala entusiasmado Antón Lamazares, dominan los colores rojos porque San Juan de la Cruz era un hombre apasionado, ardiente. Yo desde niño, estudiando en el Convento Franciscano de San Antonio de Herbón, aprendí a amar la literatura, la poesía y sentí la necesidad de darle forma a través de la pintura”.

Para ello, Antón Lamazares emplea materiales pobres como la madera “y el cartón y pintura industrial” que se expresan por sí solos en la manera de tratarlos para transmitir la esencia de un verso, de un pensamiento. “Es como hacer un retrato no ya a San Juan de la Cruz, sino un retrato de sus sentimientos. Mi intención es mirar, como decía San Juan de la Cruz, dentro de uno mismo. Pintar te ofrece la posibilidad de sacar lo que llevas dentro”.

“El cartón es dúctil mil por mil”
“Soy un gallego de aldea y me gustan los colores pardos de mi tierra”