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(Actualizado

La arquitectura, además de contribuir a la medicina preventiva, es un potente factor de cohesión social. Aunque un espacio o edificio para rehabilitar no es un lienzo en blanco, se pueden convertir en una obra magnífica si estamos al tanto de todos los conocimientos y recursos de los que disponemos en estos momentos para transformarla en un espacio saludable, eficiente, sostenible e inclusivo.

“Tan importante como saber qué hay que hacer en los edificios es cómo hacerlo”

“Para esto es fundamental contar con la opinión de las personas que van a habitar en ellos, con los usuarios finales”, asegura Adam Bresnick, profesor de Proyectos Arquitectónicos y de Fin de Grado en la Escuela Politécnica de la universidad CEU San Pablo. “Con esa premisa, mi estudio de arquitectura, añade Adam Bresnick, realizó un proyecto complejo para convertir un Call Center en un espacio educativo sanitario como la Policlínica universitaria San Pablo CEU aplicando creatividad y eficiencia para ajustarnos a una importante reducción del presupuesto inicialmente previsto”.

“La luz, el sonido, la ventilación y la accesibilidad, claves en el diseño de edificios saludables”

Uno de los elementos clave para crear espacios más saludables está en la utilización de la luz. “En el proyecto citado –añade Adam Bresnick— utilizamos unos lucernarios del edificio para servir a los estudiantes de odontología con sus pacientes mirando al cielo”. En este sentido, se trata de utilizar la iluminación de forma que se pueda aprovechar al máximo sin utilizar más de la necesaria.