Gente Maravillosa: Rosario Flores

Las cámaras ocultas de Gente Maravillosa viajan por la Comunidad de Madrid para encontrar a madrileños anónimos que no se callen ante las injusticias. Cualquiera puede convertirse en el protagonista de Gente Maravillosa y los madrileños pueden encontrarse nuestras cámaras en cualquier lugar.

Hasta ahora, los actos solidarios, valientes y desinteresados, pero anónimos, era raro que encontraran un hueco en la televisión. Ahora seremos nosotros quienes convertiremos en auténticos protagonistas a estos pequeños héroes madrileños.

Conocemos a madrileños que no dudan ni un momento en dar la cara por lo que consideran justo

Rosario Flores nos demostrará en Gente Maravillosa que es precisamente eso, una persona maravillosa y muy especial. As cámaras ocultas del programa la grabar defendiendo a Rosana, una chica con discapacidad auditiva que estaba viviendo una situación de discriminación.

Rosana había ido a un casting para un nuevo programa de baile de televisión, pero el director se niega a ver la coreografía que ha preparado porque piensa que una persona sorda no es capaz de bailar con el nivel que requiere el programa.

Según el informe 'Los derechos de la infancia y la adolescencia en la Comunidad de Madrid', uno de cada tres niños vive en riesgo de pobreza y de exclusión social. Es por eso que, en esta ocasión, los protagonistas de esta cámara oculta serán los más peques de cada casa. ¿Cómo reaccionarán ante una situación de injusticia relacionada con la pobreza infantil?

Esto niños se encontrarán con que, a la hora de la merienda, otro niño no tiene nada para comer. ¿Compartirán con él una parte de su merienda?

Por último, viviremos con Ana la triste situación que le toca sufrir cada día. Ella tiene acondroplasia, un trastorno del crecimiento óseo que ocasiona enanismo y que le ha hecho vivir, durante toda su vida, situaciones de burla y de discriminación.

En esta ocasión, Ana revivirá un episodio que vivió en una tienda: fue a comprarse un vestido para su boda, pero la dependienta ni la tomaba en serio ni quería venderle nada.