Degustando el "puro sabor del mar" en esta ostrería del mercado de Antón Martín
Cuando compramos ostras tienen que estar cerradas y nos tienen que garantizar que están frescas
La actividad de los mercados de toda la vida está más intensificada que nunca: tradición, pero con toques de modernidad. ¿Qué les parecería hacer una parada mientras hacemos la compara para tomar una ostra y una copa de cava? Pues en el mercado de Antón Martín es posible.
El mercado de Antón Martín tiene ochenta años. Un mercado tradicional en el que se pueden comprar pescados, carne, pollo y verduras de la mejor calidad. Y, desde hace unos años, también se ha reconvertido en mercado gastronómico. El resultado, todo un éxito.
Un claro ejemplo de la acogida que ha recibido el mercado gastronómico lo encontramos en esta ostrería en la que podemos degustar diferentes tipos de ostras. Un establecimiento con una gran aceptación entre los clientes.
Las ostras, cuando las compramos, siempre tienen que estar cerradas y nos tienen que garantizar que están frescas.
La principal diferencia entre la ostra gallega y la francesa la encontramos en su sabor: la francesa es más suave y sofisticada al paladar, mientras que la gallega tiene un sabor más intenso, el sabor puro del mar.
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