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A pesar de que siempre asociamos el color naranja a las calabazas, existe una gran variedad de colores y formas. Hay ochocientos tipos de calabazas, pero cuidado, porque algunas de ellas son venenosas: solo doscientas de ellas son comestibles.

Para saberlo todo sobre las calabazas visitamos a Hugo en la Finca Monjarama, situada en la vega del río Jarama, un espacio en el que se dedican al cultivo ecológico de calabazas.

Las calabazas son plantas anuales, herbáceas y de la familia de las cucurbitáceas

¿Qué necesita una calabaza para crecer? “La calabaza es muy fácil de cultivar”, nos explica Hugo, agrónomo. “Necesitas un espacio porque, como trepa, es decir, es rastrera, coge mucha anchura. No requiere mucha agua. De hecho, es un cultivo muy mediterráneo, al igual que sus primos hermanos: el pepino, el melón, la sandía…”.

Las plantas de calabaza, por su enorme desarrollo, ocupan grandes extensiones de terreno

“Hay una relación entre las semillas y el sabor. La cacahuete tiene muy pocas semillas, por eso la gente la compra, porque así tiene más rendimiento cuando hace una crema. La potimarrón es, posiblemente, la que más sabor tiene”, cuenta Hugo.

¿Y qué podemos hacer con las semillas para no desperdiciarlas? Podemos tostarla y comerla al estilo de las populares de girasol. De hecho, en los kioscos venden bolsitas de semilla de calabaza.