Denuncian que los controles preventivos de alcohol y drogas se emplean para engordar la estadística que no es que no tengan que hacerse, pero sí de un modo más eficaz, aleatorio. No destinando todas las patrullas, toda la jornada, a pillar infractores quietos en un mismo punto. Francisco Cecilia, secretario general de la Asociación Unificada de guardias civiles.
Y es que ahora prima la voracidad en la denuncia, denuncian, y no el auxilio y la protección del conductor tampoco ellos están bien protegidos: critican la falta de reposición del material hasta el punto de que muchos agentes se han tenido que comprar sus propias fundas de pistola, grilletes o incluso chalecos antibalas. Y que patrullan con vehículos de hasta 500.000 kilómetros.
La asociación unificada de guardias civiles considera que el descenso de víctimas mortales en accidentes de tráfico de los últimos años se debe a que menos gente cogía el coche, como consecuencia de la crisis económica.