El Ayuntamiento de Madrid mantiene desde las 22.00 horas del 7 de enero, con los atentados yihadistas en París, la alerta amarilla por terrorismo en todo el término municipal "hasta nueva orden", al tiempo que obliga a los policías municipales a llevar chalecos antibalas, más allá de su incomodidad, hasta el punto de verlo como "una prenda más del uniforme".
También incluyen el refuerzo en vigilancia de edificios e instalaciones municipales; más protección a la Corporación; más vigilancia en las unidades policiales con control de personas y vehículos que quieran acceder a las instalaciones y revisión de paquetes así como medidas de autoprotección de los agentes.
En el ámbito de las Emergencias se potencia la operatividad de los vehículos destinados a accidentes con múltiples víctimas e incremento de la disponibilidad del equipo de vehículos especiales; refuerzo de los protocolos de accidente con múltiples víctimas; canal permanente de mando en red Tetradigital del servicio y operatividad durante 24 horas al día de una oficina de recursos humanos voluntario en caso de necesaria activación.