La Comisión Constitucional del Congreso ha aprobado el proyecto de la ley de seguridad nacional, con el apoyo del PP, PSOE y UPyD, mientras que ERC y Amaiur han apuntado que la misma pretende frenar el proceso catalán, y CiU y PNV han considerado que la ley pone en entredicho el Estado autonómico.
Tardá, que ha acusado al Gobierno de "ir poniendo aceite lubricando la maquinaria represiva", ha dicho que con esta ley "se recuerda que existen escenarios que pueden hipotecar el proceso democrático catalán mediante estados de alarma, de excepción y de sitio", llegando a hablar incluso de la "suspensión de la autonomía".
En esta misma línea, el diputado de Amaiur, Rafael Larreina, ha destacado la concepción "muy antigua" de esta ley" que es más propia del siglo XIX y ha destacado que "el peligro de la seguridad del Estado nunca está en el ejercicio de la democracia" sino en la "corrupción".
El diputado de la Izquierda Plural Joan Josep Nuet ha mostrado el rechazo de su grupo al proyecto acusando al Gobierno de utilizar el "discurso del miedo" al relacionar el concepto de seguridad "sólo con riesgos y amenazas en vez de priorizar en vínculos sociales", y ha asegurado que "en este momento la mayor amenaza para el país se llama PP y especialmente si actúa bajo una mayoría absoluta".