Tres agresiones se han registrado en las piscinas municipales en menos de un mes. En la instalación de San Blas, un usuario que no había pagado agredió a una trabajadora que le solicitó la entrada.
En San Fermín, otra persona que se coló en el recinto insultó y amenazó a una trabajadora y a uno de los guardias de seguridad. En el circuito BMX, tuvo que intervenir la pollicía al producirse una pelea. Según UGT, estos incidente se repiten año tras año.
El sindicato pide al nuevo gobierno municipal que ponga todos los medios para proteger al personal municipal y que ejecute las sanciones previstas en el Reglamento sobre la utilización de las instalaciones y servicios deportivos municipales.
El reglamento recoge que en caso de infracciones muy graves no se podrán utilizar las instalaciones municipales de uno a cinco años. Para las graves la sanción va de un mes a un año.