La patronal de las grandes constructoras no está de acuerdo con la solución ofrecida por el ministerio de Fomento para rescatar las autopistas de peaje en riesgo de quiebra.
Fomento ha propuesto que los acreedores de estas constructoras acometan una quita de hasta el 50% en la deuda. El pasivo mas la deuda pendiente con los propietarios de los terrenos expropiados podría llegar a los 5.000 millones de euros.
Ya en el 2010 se inyectaron mas de 200 millones de euros con el fin de que las empresas que las gestionaban supersen el riesgo de quiebra en el que entonces se vieron inmersas.