Con las altas temperaturas que caracteriza al verano también llegan los incendios. Sólo el año pasado el fuego afectó a más de 103 mil hectáreas, llegando a alcanzar prácticamente el mismo número que la suma de 2013 y 2014. Así se desprende de un informe que ha presentado la organización ecologista WWF y del que se desprende que las comunidades que más sufren este tipo de siniestros son Canarias, Cataluña y la Comunidad Valenciana.
El impacto de los grandes incendios forestales aumenta cada año: en 2015 fueron el doble de grandes que la media de la última década. Hubo alrededor de 12.000 siniestros y aredieron 103.000 hectáreas. La tendencia de este año es positiva: hay menos incendios que la media de la década, un porcentaje un 70 por ciento inferior, pero no hay que bajar la guardia.
Sobre todo cuando casi todos dependen de nosotros: el 96 por ciento de los incendios responden a causas humanas. Y lo que es peor: más de la mitad son provocados. Lourdes Hernández, de la organización ecologista WWF. La organización ecologista pide a las administraciones que actúen antes de que lo haga el fuego: más labores de prevención que ayudarían a minimizar la extinción.