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(Actualizado

Las víctimas del terrorismo, y también las de otros delitos muy graves, han sacado músculo en la Plaza de Colón de Madrid para mostrar su fuerza y lograr que su voz traspasara las fronteras españolas y llegara a Estrasburgo con un claro mensaje: No están solas.

En apenas cinco días, la convocante, la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT), ha logrado organizar un gran acto de protesta ante lo que considera un nuevo ultraje a la memoria de las víctimas: la decisión del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) de poner fin a la doctrina Parot y dejar vía libre así a la excarcelación de medio centenar de etarras y a otros condenados por delitos graves.

Oficialmente no se han ofrecido cifras de la concentración, pero los jardines del Descubrimiento, la plaza de Colón y las calles Génova y Goya y el Paseo de Recoletos han estado abarrotadas de innumerables muestras de apoyo a las víctimas y de infinidad de banderas nacionales.

Hasta proclamas por la unidad de España, incitadas desde el escenario presidido por dos grandes lazos negros y la palabra JUSTICIA, se han escuchado antes y después de la concentración, abierta y cerrada con el himno nacional.

En todos los puntos de la protesta era palpable la indignación por la decisión de la Corte Europea y, salvo excepciones, los asistentes han repartido culpas entre unos y otros, entre socialistas y populares.

Quizá por ello, el PP, otrora de la mano de las víctimas en la pancarta, ha tenido que pasar hoy un mal trago, pero los dirigentes del partido que han acudido a Colón -ninguno de ellos miembro del Gobierno- han aguantado el chaparrón de las críticas y los abucheos.