Entrevista a Miguel Nogales, concejal de Turismo de La Cabrera
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Recorremos nuestra comunidad y este fin de semana nos vamos a La Cabrera: Nos guía Miguel Nogales concejal de turismo de esta localidad.
A 56 km de la capital la Cabrera tiene todo el encanto de un pueblo de la Sierra Norte de Madrid, con un entorno natural maravilloso y unos espectaculares paisajes dominados por la Sierra de la Cabrera. El Pico de la Miel es el tradicional lugar de escalada de los madrileños, donde se inician todos los escaladores novatos.
En el Cerro de La Cabeza se encuentra el primer asentamiento humano; los restos arqueológicos existente pertenecen a pequeñas casas de planta circular con una muralla perimetral de origen visigodo de la segunda mitad del siglo V, de características similares a otros de la zona por su carácter defensivo y su economía agrícola y ganadera. De igual modo en las proximidades del municipio, en la carretera a Valdemanco existe una necrópolis paoleocristiana o visigoda compuesta por tumbas antropomorfas excavadas en la roca granítica.
Con falta de base documental para otras teorías, La Cabrera durante la ocupación musulmana se situaba en la llamada “Tierra de Nadie” ó “Marca Media”, zonas que separaban los territorios cristianos de los islámicos motivo por el que se la consideraba despoblada durante esa época. Será por tanto durante la época de la Reconquista cuando se cite a La Cabrera como núcleo de población.
Su pertenencia al Señorío de Buitrago y la existencia del Convento de San Antonio marcarán la historia de La Cabrera.
Es así como la historia de La Cabrera se desarrolla paralela a la de Buitrago, siempre en el régimen feudal que reinaría hasta el siglo XIX; todo el territorio fue dividido en cuartos para su control jurisdiccional y fiscal, incluyéndose La Cabrera en el Cuarto de Garganta, que comprendía también los pueblos de Mangirón, Las Navas, Lozoyuela y Sieteiglesias. Debemos destacar que su economía, basada en la ganadería y la agricultura, y su ubicación, de camino de paso hacia Buitrago, convertiría a La Cabrera en una importante vía de comunicación, lo que continuaría hasta la actualidad.
En términos geológicos, la Sierra de La Cabrera presenta un carácter aislado, producto de una erosión diferencial. Está formada por rocas plutónicas, con dos tipos de granito, de grano fino y grueso, que resultan especialmente visibles en las laderas meridionales. Éstas presentan un relieve muy escarpado, con paredes rocosas casi verticales, muy diferente al de la vertiente septentrional, caracterizada por una pendiente más suave. En el entorno de la sierra, aparecen rocas sedimentarias, fundamentalmente calizas y metamórficas.
Desde el punto de vista geomorfológico, el paisaje está conformado principalmente por pedrizas y berrocales, de forma redondeada en las zonas de menor altura y aguda en las cumbres. Hidrográficamente, la sierra es escasa en manantiales y arroyos.
Las posibilidades que ofrece esta sierra para la práctica del montañismo y de la escalada, la hace ruta imprescindible para los amantes de estos deportes. También es posible practicar la marcha por montaña, ascendiendo por los caminos que culminan en sus cumbres ó que las recorren como el caso del PRM13. Destaca por su altitud el Cancho Gordo con 1.564 metros y el popular Pico de La Miel con 1.392 metros. En definitiva, se puede decir que la seña de identidad de La Cabrera es su sierra.”
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