‘Huellas de Elefante’ ha querido dedicar un programa especial a Concha Velasco, una de las actrices más importantes de nuestro país. Querida por el público, premiada por la profesión.
Del amor entre un militar y una maestra republicana nace en 1939, Concepción Velasco Varona. Con 16 años debuta bailando en una revista bajo el nombre de ‘Lucrecia Velvar’ pero su fama llegará con el cine. Ella es Conchita Velasco, una prometedora actriz que en tan sólo 9 años de carrera ha conseguido, con su belleza talento y desparpajo, hacerse un hueco en el cine y el teatro junto a los más grandes.
Conchita se convertirá en unos años en doña Concha Velasco. Una de las actrices más talentosas y prolíficas de este país. Mujer apasionada y apasionante, vivirá al límite tanto en el escenario como a lo largo de su vida personal. Siempre con la sonrisa dispuesta. Siempre con la picardía y la gracia de sus comienzos.
La chica yeyé de los años 60 que mantuvo varias relaciones clandestinas pero que finalmente se casó con Paco Marsó, el actor con el que logra formar una familia y cumple su deseo de ser madre. Un matrimonio de constantes idas y venidas, de muchas nuevas oportunidades pero que termina el divorcio en el año 2005.
Concha también ha saboreado el lado amargo de la vida tras llenarse de deudas y tener que vender sus casas para poder pagar a hacienda. El teatro siempre ha sido su otra gran pasión y su gran refugio en un momento donde el cine pedía a las actrices destaparse.
Para repasar la trayectoria de Conchita Velasco hemos contado con: Terelu Campos, quien ha conocido a Concha Velasco en los platós y fuera de ellos. José Manuel Parada, amigo de Concha y Marsó “ha sido el amor más estable de su vida”. La periodista Paloma G. Pelayo quien repasa los comienzos de la actriz y Ángel Antonio Herrera, muy cercano a Paco Marsó.