De una España en blanco y negro a color. A golpe de bata de cola Lola Flores sobrevivía a un Guerra Civil, una dictadura y una democracia que la llevaría desde lo más alto a lo más bajo. A pesar de todo nunca dejaría de ser la gran Lola Flores, ‘La Faraona’.
Nació en 1923 en Jerez de la Frontera (Cádiz). Desde pequeña bailaba y cantaba en la taberna de su padre hasta que poco a poco fue actuando en eventos más importantes. Canciones conocidas como ‘Lerele’ o el espectáculo ‘Zambra’ la hicieron famosa en toda España.
Tras varios romances sonados con futbolistas y otras personalidades importantes, se fijó en un guitarrista, Antonio González, más conocido como ‘El Pescaílla’. Con él tuvo tres hijos, y a pesar de no estar juntos como pareja siguieron viviendo en la misma casa por su familia.
Los problemas con hacienda, su posado-robado en interviú, su copla o sus películas marcaron su vida. En 1972 la diagnosticaron cáncer de mama, una enfermedad con la que lucho tras muchos tratamientos y una fuerza incalculable pero que finalmente, acabaría con su vida en 1995. Madrid se queda sin flores, cientos de personas acuden a su velatorio y España entera llora la muerte de Lola Flores. Tras su muerte, los restos de ‘La Faraona’ son velados en el antiguo Centro Cultural de la Villa, en la madrileña plaza de Colón.
Más de 150.000 personas hacen cola durante horas para dar su último adiós al torbellino de colores que llevó su arte por el mundo y que perdió la vida a los 72 años. Su familia destrozada, no pudo remontarse de la tragedia cuando su único hijo varón, Antonio Flores, muere inesperadamente, tan solo 15 días después de la muerte de su madre.
Un programa presentado por Goyo González, en este programa esta acompañado por el periodista Antonio Herrera, Terelu Campos, Paloma G. Pelayo y Charo Reina.
24 años después de su muerte, sigue siendo la gran Lola Flores, y muchos la recuerdan por su pasión por la copla, su estilo y su pelicular manera de vivir la vida, una mujer que siempre será recordada.