¿Merecía Ruiz-Mateos la expropiación de sus empresas o se trató de un expolio?
José María Ruiz-Mateos siempre defendió su inocencia
La expropiación de Rumasa en 1983, fue el primer escándalo financiero de la democracia. A partir de ese momento, comenzó una larga batalla judicial.
Tal y como nos ha contado Juan Luis Galiacho, José María Ruiz-Mateos afirmó en su momento que "había sido un chivo expiatorio en un momento en el que el PSOE necesitaba una 'cabeza de turco' para evitar que expropiaran a otros bancos más importantes".
Por su parte, Antonio Rossi ha señalado que "si el Tribunal Constitucional avaló la acción del Gobierno, hay que plantearse cómo era la salud financiera del grupo".
Y es que, según Paloma García Pelayo, "un mes antes de la expropiación le advirtieron y le pidieron que en cuatro meses deje que hicieran una auditoría y que entregase todos los datos económicos del grupo pero Ruiz-Mateos no lo permitió".
Rumasa estaba compuesta por dieciocho bancos y más de cuatrocientas empresas en el momento de la expropiación.
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