¿Qué se esconde tras el serio rostro de la princesa Charlene?
La relación entre Alberto y Charlene siempre ha estado en el punto de mira
Alberto II de Mónaco se casó con la nadadora Charlene Wittstock el 1 de julio por lo civil en el Salon del Trono de Palacio y al día siguiente se ofició la ceremonia religiosa.
Pero la relación entre la pareja siempre ha sido cuestionada por varios motivos.
Uno de los episodios más sonados fue el difundido por 'The Sunday Times', según el cual la Princesa habría intentado huir de Mónaco hasta en tres ocasiones días previos a su enlace matrimonial y la policía la habría detenido antes de coger un avión destino a Sudáfrica, su tierra natal.
Tras el enlace nupcial, uno de los principales diarios del Sudáfrica publicó que la pareja pasó su luna de miel en hoteles distintos aunque se trasladaban juntos en el coche oficial para cumplir con los compromisos que tenían durante el día, según la publicación.
Años después fue la prima de la Princesa la que concedió una polémica entrevista a un diario alemán en la que contó que Charlene habría sufrido un aborto antes de tener a sus mellizos tras lo cual, según relata, habría tenido que someterse a una fecundación in vitro para tener a sus hijos.
Todo esto ha cambiado la figura de la esposa de Alberto y en sus últimas apariciones luce un rostro serio, nada que ver con la apariencia risueña que tenía durante sus primeros años de relación.
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