Encarna Sánchez cosechó un gran éxito radiofónico desde sus inicios hasta su muerte. Su descaro y soberbia delante del micrófono atraía al público.
Pero no es oro todo lo que reluce porque detrás de ese fuerte carácter se escondía una mujer que sufrió mucho a lo largo de su vida.
Encarnación Sánchez Jiménez nació el 19 de septiembre de 1935 en Carboneras. Era la pequeña de cinco hermano y pasó los tres primeros años de su vida rodeada del ruido de bombas y disparos por la Guerra Civil española. Su padre, pertenecía al bando republicado y tras el fin de la guerra fue ajusticiado, un hecho que condicionó la vida de Encarna para siempre.
Encarna tenía claro que quería triunfar y por eso se trasladó a Madrid donde realizó varios cursos de locución y pudo empezar a colaborar en Radio Juventud. En 1960, comenzó a ser una voz conocida como programas radiofónicos como ‘Esto es España, señores’ o ‘La noche vista por mí’. Su estilo descarado atraía la atención del público al enfrentarse continuamente a la censura durante el franquismo.
En 1978 comenzó a dirigir su famoso programa ‘Encarna de noche’, un éxito total de audiencia al innovar abriendo el micrófono a los ciudadanos que trasnochaban, como taxistas o camionero. Este programa radiofónico hizo que la periodista recibiera dos premios Ondas, en 1981 y en 1983 y empezó a ser bautizada por muchos como ‘la locutora de los milagros’.
Este año Encarna decidió dejar las madrugadas para trasladarse a las tardes con su programa ‘Directamente Encarna’ que funcionó durante doce años, hasta su muerte. Este nuevo espacio radiofónico la hizo seguir creciendo profesionalmente, consiguiendo llegar a público al que no había llegado hasta el punto de acabar siendo la mujer más influyente en España en la década de los ochenta.
La periodista compagina su programa de radio con ‘Y ahora, Encarna’ un espacio televisivo que cosecho gran audiencia al principio pero que la fue perdiendo paulatinamente. Este fracaso hizo que Encarna quisiese retirarse de los medios de comunicación y anunció su intención de abandonar España tras las críticas recibidas pero, finalmente, se queda en el país.
Los medios de comunicación anunciaban que la periodista llevaba más de tres años luchando contra un cáncer de garganta. La periodista siempre intentó ocultar la enfermedad pero poco a poco empezaron a ser más frecuentes sus ausencias a su programa radiofónico.
Con 59 años, Encarna Sánchez falleció el 5 de abril de 1996 en su domicilio de Madrid. Pero su muerte no fue el fin de la polémica ya que su herencia y su único testamento fue portada de numerosas revistas.
Sin duda, una de las periodistas más influyentes de finales del siglo XX, a la que también persiguió la polémica durante su vida, e incluso tras su fallecimiento.
