José María Ruiz-Mateos fue un empresario nacido en Cádiz que siempre con muchos tira y afloja con la justicia española.
Además, se hizo propietario del club madrileño Rayo Vallecano, fundó su propio partido político que le llevó a ser eurodiputado del Parlamento Europeo y protagonizó un enfrentamiento tras las expropiación de Rumasa que acabó con un puñetazo en la cabeza del que en aquel momento era el ministro de Economía y Hacienda, Miguel Boyer.
José María Ruiz-Mateos y Jiménez de Tejada nació el 11 de abril de 1931 en Rota, Cádiz. Fue el tercero de un total de seis hermanos. Desde joven, tuvo interés por los negocios y por eso se graduó en la Escuela de comercio de Jerez como profesor mercantil.
Su carrera empresarial comenzó exportando vinos a Inglaterra para poco después, fundar el holding Rumasa (Ruiz-Mateos Sociedad Anónima). En 1967 se trasladó a Madrid y su grupo empresarial fue creciendo hasta estar compuesto por 230 empresas y 65.000 empleados.
Rumasa fue expropiada por el Gobierno español, presidido por Felipe González, el 23 de febrero de 1983, alegando que el grupo empresarial había actuado fraudulentamente evitando pagos durante años a Hacienda. Ruiz-Mateos estuvo en desacuerdo con la expropiación y demandó al Estado solicitando una indemnización.
Ruiz-Mateos, casado con Teresa Rivero con la cual tenía 13 hijos, fue un importante miembro del Opus Dei y, tras la expropiación de Rumasa se le acusó de donar 1500 millones de pesetas al Instituto de Educación e Investigación S. A., entidad vinculada a esta institución religiosa de la que, finalmente, fue expulsado en 1986 por sus ataques reiterados a algunos de sus miembros.
En el ámbito político, formó su propio partido llamado Agrupación Ruiz-Mateos y fue elegido eurodiputado del Parlamento Europeo en 1989. Más tarde, tras pasar una larga temporada en la cárcel, Ruiz-Mateos se hizo propietario del equipo de fútbol Rayo Vallecano en 1991 y su mujer ejerció de presidenta del Club la mayor parte de los 20 años que estuvo bajo su mando.
En 2012 recae una nueva acusación contra el empresario que le deja sin pasaporte y con la obligatoriedad de personarse en el juzgado cada dos semanas. En esta ocasión se trata de una denuncia por estafa de 7,3 millones de euros en la compra de dos hoteles en Mallorca. Además, el 16 de febrero de este mismo año, un informe de investigación en manos del juez de la Audiencia Nacional concluye que la familia Ruiz-Mateos utilizaba el dinero de Nueva Rumasa para aportar capital a sus sociedades patrimoniales y mantener así su "alto nivel de vida".
El 17 de agosto de 2015 sufrió una caída que hizo ser ingresado en el hospital de El Puerto de Santa María, en Cádiz, por una rotura de cadera. Tras ser operado, Ruiz-Mateos contrajo una neumonía que le hizo empeorar hasta su fallecimiento el 7 de septiembre de ese año. Dos años después, su cuerpo fue exhumado por una demanda de paternidad que interpuso Adela Montes de Oca que finalmente resultó positiva convirtiéndola en su decimocuarta hija fruto de una relación extramatrimonial con Patricia Montes de Oca.
Ruiz-Mateos fue una figura mediática que no dejó indiferente a nadie. Del imperio a la ruina, y vuelta a empezar.
