Las faltas de respeto, insultos, acoso, amenazas y falsas acusaciones de alumnos y padres a profesores aumentaron el pasado curso escolar 2012-2013 frente al anterior, según el informe anual del Defensor del Profesor del sindicato ANPE, presentado este miércoles en Madrid sobre las 3.338 consultas realizadas a este servicio por los docentes.
Además, la conflictividad en las aulas se ha igualado por primera vez entre Primaria y Secundaria, ya que las denuncias al Defensor del Profesor alcanzan en ambas etapas el 40 por ciento. Este "dato alarmante" se debe, según el presidente nacional de ANPE, Nicolás Fernández, a la "incidencia de los recortes" en los programas educativos de apoyo, la disminución de los profesores y el aumento de los alumnos por aula, entre otras causas.
En concreto, en lo que se refiere a las faltas de respeto de los alumnos a sus docentes, éstas han pasado del 21 por ciento en el curso 2011-2012 al 27 por ciento en el 2012-2013. Los insultos pasaron en un año del 12 al 13 por ciento; las conductas agresivas, del 11 al 12 por ciento; el acoso y amenaza de padres del 26 al 27 por ciento; y los problemas de profesores con la dirección, derivados de otras situaciones, del 15 al 17 por ciento.
Tal y como ha explicado la coordinadora del Defensor del Profesor, Inmaculada Suárez, el incumplimiento por parte de los propios centros de la normativa que sanciona estas conductas, la defensa "incondicional" de los padres que creen antes a sus hijos que a los docentes, o el "poco respaldo" de la inspección y administración educativa al docente, "da alas al alumno a continuar con su conducta porque sabe que no le va a pasar nada".
Si bien para el estudiante existen normas de conducta en el centro educativo, este sindicato denuncia que los padres, sin embargo, gozan de una "absoluta impunidad". Por ello, piden que se desarrolle alguna normativa al respecto para que se aplique a los progenitores cuyo comportamiento, en algunos casos, "deja mucho que desear".