Por fin empieza a desaparecer. Al menos, esa es la previsión: el viento empieza a arrastra la boina de contaminación que tenemos en Madrid desde finales de diciembre. Dentro de esa capa gris que ven hay sobre todo contaminantes que proceden de vehículos diesel y que provocan que se dispare el dióxido de nitrógeno
Para luchar contra la boina de contaminación como ésta, el Ayuntamiento ultima un nuevo protocolo mucho más duro y que tendrá varias fases. Las principales medidas irán encaminadas a proteger la zona central, el interior de la M30, y si no fueran suficientes, se aplicarían también al cinturón de tráfico. Medidas que van desde limitar aparcamientos, velocidad, el acceso de vehículos y que pueden afectar hasta a los taxis. ¿Qué medidas son?
Lo primero será calificar la situación de preaviso, aviso a la población y alerta. Al cuarto día de exceso de contaminación, se tomarán medidas de restricción del tráfico que se aplicarán en tres fases: En la primera fase se prohibirá estacionar en el centro a los vehículos de los no residentes y además se limitará la velocidad en la M-30 y las carreteras de acceso a 70 kilómetros por hora.
Si la situación no mejora, se pasaría a la segunda fase, en la que se restringiría el tráfico en el centro al 50% en función de matrículas pares e impares y se prohibiría circular a los taxis vacíos. Si no fuera suficiente, en la tercera fase, también se restringiría el tráfico en la M-30 en función de la matrícula. El Ayuntamiento admite que estas medidas no gustarán a muchos, pero son imprescindibles para la calidad del aire.
No obstante, la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, ha dicho que "los madrileños deben estar tranquilos" respecto a la contaminación porque las medidas puestas en marcha dentro del Plan de Calidad del Aire "han disminuido de manera muy importante todos los contaminantes y también el dióxido de nitrógeno".
"Desde que tenemos el Plan de Calidad del Aire en la ciudad de Madrid ha disminuido el dióxido de nitrógeno un 20 % y todavía no se ha producido esa situación para tener que tomar las medidas que aparecen en el protocolo", incluida la restricción del tráfico, ha afirmado la alcaldesa a preguntas de los periodistas tras un acto municipal.
Ana Botella ha opinado que hay que "tomar las cosas con tranquilidad y saber que se tienen que producir una serie de cuestiones todas juntas" para llegar a la situación en que sea necesario aplicar las medidas incluidas en el protocolo de actuación en caso de contaminación atmosférica, vigente desde hace cuatro años.
El futuro protocolo de medidas para episodios de alta contaminación, que fue aprobado el pasado mes de julio de forma inicial por el Gobierno municipal de Ana Botella, incluye además actuaciones de promoción del transporte público y acciones informativas.
La alcaldesa ha declarado que "hay que seguir haciendo cosas poco a poco, como se está haciendo en la actualidad", y además "hay que seguir pidiendo a la Unión Europea" que los vehículos sean cada vez menos contaminantes, como ha hecho por carta a través del Gobierno español.
A su juicio, la UE debe "ser consciente de que no puede estar por un lado exigiendo muchísimo a las ciudades, que ninguna de las ciudades europeas cumple, y por otra parte permitiendo que los coches diésel sigan funcionando por las ciudades".
Botella ha recordado que la alcaldesa de París dijo que iba a suprimir los coches diésel pero ha subrayado que se trata de un objetivo para el año 2020.