La Policía Nacional ha detenido en Madrid a tres personas integrantes de un grupo delictivo itinerante al que se le imputan al menos veinte robos cometidos en entidades bancarias y en naves industriales de diferentes ciudades repartidas por toda España. Según informa la Policía, los presuntos ladrones habrían actuado en sucursales bancarias de municipios de Segovia, Toledo y Cuenca, así como del asalto a establecimientos comerciales y empresas ubicadas en Valencia y Bilbao.
El grupo tenía un alto nivel de especialización y utilizaba inhibidores y herramientas especializadas, según la misma fuente, que subraya que los detenidos portaban armas de fuego que no dudaban en utilizar en caso de ser sorprendidos.
Los policías llegaron a este grupo gracias a la información obtenida en el transcurso de otra operación en la que se investigaba a una organización distinta, dedicada también a la comisión de hechos delictivos similares.
A mediados de octubre de 2015, los investigadores averiguaron que un conocido delincuente de Madrid tenía alquilada una nave industrial en la localidad madrileña de Navalcarnero junto con otras personas. Se trataba de la nave donde escondían las herramientas utilizadas en los robos así como los botines obtenidos.
Los detenidos trabajaban siempre con el mismo método: Seleccionaban un local donde cometer el robo, lo estudiaban, inutilizaban los sistemas de alarma mediante la utilización de inhibidores de frecuencia y entraban con herramientas especializadas. Pero añadían un elemento que complicaba su detección: el uso de "vehículos fantasma".
Es decir, buscaban en Internet turismos en venta del mismo color, marca y modelo del que en ese momento disponían, habitualmente de alta gama, y tras localizar uno, doblaban la matrícula con una máquina troqueladora para, de esta manera, evitar que fuera identificado en el momento de perpetrar el robo.
Una vez perpetrados los asaltos, cambiaban de lugar constantemente los efectos sustraídos y las herramientas empleadas a fin de evitar ser descubiertos. Tras varias gestiones los agentes pudieron determinar que con uno de los coches utilizados, con sus correspondientes placas "dobladas", habían asaltado varios cajeros bancarios en Segovia y de Toledo.
Posteriormente, los investigadores localizaron una nave industrial donde los detenidos ocultaban las herramientas y los botines sustraídos. Una vez obtenida toda la información, los agentes establecieron un dispositivo policial y detuvieron a tres individuos en Madrid, donde además se registraron seis viviendas y dos locales.
En uno de ellos se intervinieron diversos efectos utilizados en los robos como lanzas térmicas, equipos de transmisión, bombonas de oxígeno, inhibidores de gran potencia y extractores de bombines. También se localizó en una nave alquilada por un "hombre de paja" -una persona ajena a la organización a la que pagaban una cantidad por alquilar a su nombre la instalación- una caja fuerte perteneciente a un robo realizado esa misma noche en una sucursal bancaria de Cuenca con 7.000 euros en su interior.