La Policía Nacional ha detenido a un matrimonio de origen chino que captaba mujeres de su misma nacionalidad en el país asiático, a quienes ayudaba a viajar España y después las obligaba a ejercer la prostitución en Coslada hasta que saldaban la deuda contraída. Si se negaban a realizar algunos de los servicios sexuales que les requerían los clientes, las víctimas recibían amenazas e insultos por parte del matrimonio chino, informa la Policía.
Además, no solo eran obligadas a prostituirse en el domicilio donde residía el matrimonio, sino que también debían realizar servicios fuera. En estos casos, uno de los miembros de la pareja se quedaba en casa controlando a las demás víctimas, mientras que el otro acompañaba a la que debía prostituirse en el lugar determinado por el cliente, manteniendo así el control sobre todas ellas de forma permanente.
Fue a través de una llamada anónima al teléfono 900 10 50 90 como la Policía comenzó la investigación. En ella, se alertaba de que mujeres chinas podían estar siendo obligadas a ejercer la prostitución en un domicilio de Coslada.
Poco después, los agentes comprobaron que la pareja realizaba todas las fases del proceso de trata y explotación de las mujeres: se encargaban de captar a víctimas en China y de gestionar todos los detalles relativos a su viaje a España, donde eran inmediatamente conducidas hasta el citado piso.
Desde la entrada en funcionamiento de la línea telefónica 900 10 50 90 y el correo trata@policia.es, la Policía Nacional ha recibido más de 6.000 comunicaciones relacionadas con la trata de seres humanos. En concreto, en lo que va de año se han recibido más de 1.800 comunicaciones a través de estos medios, de las cuales 400 han generado algún tipo de intervención policial.