Las oportunidades laborales para los jóvenes españoles mejoraran en la próxima década debido al amplio relevo generacional que se producirá, pero las probabilidades se concentrarán en los más cualificados, mientras que los que tengan menos formación quedarán fuera del mercado laboral.
Esta es una de las conclusiones del estudio "La formación y empleo de los jóvenes españoles. Trayectoria reciente y escenario futuros", elaborado por la Fundación BBVA y dos profesores del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie), Lorenzo Serrano y Ángel Soler.
La evolución demográfica hará que los jóvenes tengan más oportunidades laborales hasta 20235 porque se tendrán que cubrir 7,6 millones de jubilaciones, pero casi el 60% de ellas serán para trabajadores con educación universitaria o formación profesional superior. Las opciones para los niveles educativos inferiores serán casi inexistentes.
Preocupa especialmente la situación de los jóvenes bautizados como ni-ni, que podrían estar en riesgo de ser excluidos del mercado laboral y quedarse "en un tipo de trampa permanente", según Serrano.
Pero además de los estudios posobligatorios, los investigadores han remarcado la importancia a la hora de conseguir trabajo los niveles de competencia, entendidos como destrezas y conocimientos adquiridos -idiomas, informática, prácticas laborales o liderazgo en el trabajo-, y ahí los jóvenes españoles muestran pobres resultados.