El Pleno del Ayuntamiento de Madrid aprobó, con los votos de Ahora Madrid y el PSOE como estaba anunciado, los presupuestos municipales para 2016, pese al voto en contra del PP y Ciudadanos. Antes, el Pleno extraordinario convocado a tal efecto rechazó la enmienda a la totalidad presentada por Ciudadanos, a la que no se sumó el PP. Ambos partidos votaron, sin embargo, y como estaba previsto, en contra de los presupuestos.
Aunque formaría propiamente parte de las ordenanzas fiscales, el IBI fue uno de los temas sobre los que pivotó el debate, debido a la subida a las grandes superficies no residenciales que finalmente aprobaron Ahora Madrid y el PSOE, contra el acuerdo del Pleno de septiembre, en el que los socialistas votaron junto al PP y Ciudadanos en favor de hacer una rebaja del 2% para todos los comercios.
SÁNCHEZ MATO SOSTIENE QUE SON LOS PRESUPUESTOS DE LA "ILUSIÓN"
El delegado de Economía y Hacienda del Ayuntamiento de Madrid, Carlos Sánchez Mato, ha defendido los primeros presupuestos de Ahora Madrid, aprobados con el apoyo del PSOE, por ser los de la "esperanza, la ilusión y el sí se puede" frente a los de la "resignación y la sumisión".
Y es que, como ha señalado desde el Pleno de Cibeles, las ciudades "rebeldes" o "los gobiernos del cambio" han demostrado que las políticas anteriores "eran evitables" y ha invitado a toda la Corporación a sumarse a "la devolución de Madrid a su gente".
Sánchez Mato ha comenzado su intervención asegurando que no permitirán un "Madrid sin sus 21 distritos". "Nunca más un Madrid de espaldas a su gente, la prioridad son los ciudadanos", como demuestra un presupuesto, del que ha asegurado que en Ahora Madrid se sienten "orgullosos". No ha obviado el crecimiento superior al 26 por ciento en gasto social.
El presupuesto de 2016 se ha regido por "el principio de suficiencia fiscal y por la detección de necesidades sociales" conciliando "un amplio volumen de demandas de territorios, distritos y áreas". "Queremos enamorar no sólo al PP y a Ciudadanos sino también a la ciudadanía", ha remachado, que ha invitado a toda la Corporación a terminar la sesión con una foto colectiva porque, con las aportaciones de todos, se "mejorará la vida de esta ciudad".
Sánchez Mato ha descrito un presupuesto que "afronta las demandas sociales y aborda el pago de la deuda pero en los plazos establecidos". Tampoco se ha olvidado de las inversiones financieramente sostenibles, un anexo al presupuesto que procede del superávit o remanente de tesorería positivo del Ayuntamiento siempre que no se haya sobrepasado los límites de deuda autorizados, como es el caso. Otro de los requisitos es que las inversiones se liciten y ejecuten en el mismo año y que tengan una vida útil de la menos cinco años.
"Incrementaremos entre inversiones en capítulo 6 y el anexo de inversiones financieramente sostenibles. Supondrá aumentar la inversión un 118 por ciento, más de 315 millones de euros. Eso es algo revolucionario en Madrid", ha declarado desde el Pleno de Cibeles, donde también ha señalado que "hay gente que puede tener miedo a estos presupuestos porque manifiestan que sí se puede hacer política de otra manera".
Las inversiones no se destinarán a "grandes macroinfraestructuras alejadas de la realidad" sino a las peticiones sociales de los barrios, con proyectos más reducidos en cuanto a importe pero más señalados por la ciudadanía.
DESENCUENTRO CON CIUDADANOS
El edil ha protagonizado un desencuentro con la portavoz de Ciudadanos, Begoña Villacís, llegando a preguntarle si prefiere que gobiernen "las asambleas de vecinos y el gobierno o el IBEX 35", a lo que ha añadido que ayer la formación naranja "tuvo que borrar un tuit" en relación con este tema. Todo ello después de que la edil haya criticado que el Ejecutivo de Ahora Madrid alimenta sus redes clientelares.
"Pensabais que no íbamos a traer los presupuestos (a aprobación) porque sólo estamos acostumbrados a protestar en la calle", le ha lanzado a la bancada de Ciudadanos. Por otro lado, se ha disculpado con Ciudadanos por sus declaraciones en este sentido porque su intención no era "ridiculizar" el trabajo de esta formación, siendo consciente además del trabajo que conlleva la presentación de 200 enmiendas.